16/3/12




A sonreír se aprende habiendo llorado mucho, cuando te suena cualquier principio, cuando deja de sorprenderte cualquier final.
A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito. La sonrisa constituye el símbolo universal de la complicidad. Una sonrisa bien dibujada siempre te va a ayudar, a ti y seguramente a los demás también.
La sonrisa crece, la sonrisa calla, la sonrisa escucha, se puede sonreír incluso cuando de llora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario